10 de marzo de 2011

¿Me ahogo en la piscina o me pongo el flotador?

Hoy hemos hablado además de la Cuaresma, del valor que este mes nos proponemos:
EL ESFUERZO.

Si, en mayúsculas lo he colocado porque es nuestro gran reto desde principio de curso.

 Si hay esfuerzo seguro que conseguimos nuestros objetivos. 

No hablamos solo de esfuerzo académico sino de esfuerzo  ante cualquier problema. 
Quizá esto último debido a la unión del grupo lo toquemos pocas veces, cosa que me encanta; aunque si he tenido que intervenir, hemos llegado de forma fácil a un acuerdo. 
Hemos tomado decisiones mirando siempre en el otro.

Quizás este texto os suene: 



"Dos ranas cayeron en un balde de leche. 
La primera, pesimista, pensó enseguida que no había nada que hacer. 
Desanimada, permaneció quieta y poco a poco se fue hundiendo hasta que se ahogó.

 La segunda rana tenía un gran deseo de vivir. 
No reflexionó mucho, pero quería salir de aquel apuro. 
No supo hacer otra cosa para expresar tal deseo:
se movió, se agitó, se rebeló contra su suerte...

Y tanto se movió y luchó que la leche se convirtió en mantequilla, sacudida por tanto movimiento.Y esa fue la rana que se salvó".



 Cuando os leía la primera línea del texto he apreciado caras de chiste 
pero cuando expresé las diferentes posturas de las ranas, las caras cambiaron.
 Os estabais dando cuenta que el texto tenía trampa.

Tras hablar y comentar hemos sacado lo siguiente:

Es difícil de primeras si no vemos el error intentar cambiarlo, 
ya que incluso pensamos que no lo hay; pero,
 cuando alguien que nos quiere intercede una y otra vez,
 seguramente nos tengamos que plantear que algo sucede. 

Mostrar una solución rápida es difícil.

La primera rana debido al cansancio prefirió tirar la toalla y ahogarse
 (¡qué tonta, la verdad!),
 en cambio, de forma abrumadora nos hemos quedado con la segunda rana, 
(a pesar de tenerle que poner un flotador)
la cual no pierde la esperanza. 
Simplemente confía y sigue luchando.

Esto es duro... pero a veces da igual cómo nos sintamos. 

Tendremos materias que se nos atranquen, 
cuestiones que queramos darle una solución y no encontremos la exacta...

Lo importante es seguir adelante, continuar, esforzarse, ponerle ilu...


Os dejo un consejo:


En los momentos más difíciles lo único que no podemos perder es la esperanza.

Si pones tu corazón en tu propósito, ningún esfuerzo te parecerá difícil.



Fdo. 1º ESO B 

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